Conductividad eléctrica en los suelos y su importancia en tus cultivos

Sin duda uno de los factores que debemos observar al momento de querer desarrollar un cultivo es el tipo de suelo en el cual sembraremos nuestro esfuerzo y la ilusión de obtener la mejor de las cosechas.

Es por eso que debemos ser muy conscientes de las propiedades fisicoquímicas del suelo, claro, no solo deberemos tomar en cuenta la textura, el tamaño de los granos o partículas o la humedad del suelo, si no que se vuelve imprescindible tomar en cuenta el contenido de sales presentes. Tal ves si no sabemos bastante del tema nos preguntemos, ¿Qué tiene que ver la sal en el suelo? Las sales en el suelo determinarán la capacidad que tendrá la planta al momento de absorber los nutrientes que hay en la solución del suelo.  

En esta ocasión vamos a analizar dos tipos de suelos, el suelo salino y el suelo sódico. Al existir una gran concentración este se convierte en un suelo salino el cual tiene un exceso de sales solubles, cuando tenemos este tipo de suelos la planta no asimila los nutrientes que necesita, aunque estos estén presentes en su entorno. En este caso una de las medidas que podremos tomar será el aplicar lavados de suelo asegurando un buen sistema de drenaje, y posteriormente proporcionarle al suelo componentes orgánicos esenciales para devolverle al suelo sus propiedades vitales para el desarrollo del cultivo.

Sin embargo, el hecho de que tengamos un suelo sódico también se convierte en un problema que se deriva en lo mismo, ya que tendremos una gran cantidad de sodio (Na) pero deficiencia de las demás sales necesarias, y así tu cultivo no podrá recibir los nutrientes presentes en la tierra, por lo cual será necesario aplicarle el llamado yeso agrícola el cual es prácticamente calcio y otros nutrientes que podemos encontrar en las dosis adecuadas en los mejoradores de suelo que Nutritec® te ofrece, permitiendo así que este suelo sea un suelo neutro y se convierta en un suelo apto para transmitirle todos esos nutrientes que las plantas de tus cultivos necesitan sin tener ninguna deficiencia.

Es importante entender que las deficiencias en la absorción de nutrientes, provocarán un pobre desarrollo en las plantas que se reflejarán en hojas amarillas, tallos delgados y sin duda en la escasez de frutos, y por lo tanto tendrás una mala cosecha y una mala inversión de tus recursos.

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